Nuestro viaje comenzó en Cuba, donde nuestra familia se forjó con las tradiciones, la resiliencia y la calidez de nuestra cultura. La vida en Cuba no estuvo exenta de desafíos, pero esas dificultades nos enseñaron el valor de la perseverancia y la fuerza de la familia. Con el sueño de un futuro mejor y la ayuda de nuestros amigos y familiares increíblemente generosos, emprendimos un viaje lleno de incertidumbre, dejando atrás nuestras vidas para comenzar una nueva.

Finalmente encontramos nuestro hogar en Santa Fe, Nuevo México, un lugar que nos acogió con su encanto único y su vibrante comunidad. Aquí, decidimos convertir nuestra pasión por la comida y nuestra rica herencia cubana en algo significativo, no solo para nosotros, sino también para quienes nos rodean.

Este restaurante es un reflejo de esa trayectoria. Cada plato que preparamos lleva los sabores de nuestra tierra y el espíritu de la adversidad que superamos para llegar aquí. Es una celebración de nuestros orígenes y de la vida que hemos construido en Santa Fe.

Este negocio es nuestro homenaje a nuestras raíces, nuestra perseverancia y nuestro deseo de llevar el sabor de casa a cada plato. Cada receta cuenta una historia, cada rincón refleja amor y cada cliente se convierte en parte de nuestra gran familia. Así compartimos no solo nuestra comida, sino también nuestra pasión por lo que nos define como familia y como cubanos.

Gracias por ser parte de una historia que continúa desarrollándose cada día que pasa.